El documental pinta un retrato de una familia drag de Bruselas que abarca cuatro generaciones durante una noche en el backstage. A medida que las capas de maquillaje y alcohol erosionan la masculinidad y las feminizan, sus corazones comienzan a abrirse. Se abordan temas difíciles (suicidio, salida o amor maternal, por ejemplo), los chistes se fusionan y los malentendidos generacionales se insertan inevitablemente en la discusión.