SINÓPSIS

Lunes: Mario (20), un chico homosexual de closet, se encuentra desayunando con su familia cuando, a través de las noticias se enteran que se ha puesto en votación la aprobación del matrimonio igualitario. Su padre, Raúl (40), un hombre machista, y su madre, Laura (40), una mujer religiosa, hacen comentarios despectivos y homofóbicos sobre la situación. Mario continúa con sus actividades escolares: esperar un camión en la mañana que nunca se detiene, tomar un taxi en su lugar, acudir a clases, regresar, hacer tarea y dormir, pero durante esa rutina descubre que a su alrededor no dejan de hablar sobre el matrimonio igualitario. Lo único bueno del día es poder ver a Mauricio (20) en su salón, el chico que le gusta.

Martes: se repite la misma rutina con algunos matices, pero, al fin y al cabo, las mismas actividades. Un pequeño cambio resulta en Mario y Mauricio, quienes hacen contacto visual.

Miércoles: se repiten las mismas actividades, solo que Mario empieza a reaccionar a los comentarios homofóbicos, intentando enfrentar la situación, pero retractándose. Ese día, Mauricio decide acercarse a Mario e invitarlo a ir al cine al día siguiente. Mario, al regresar a casa, es obligado por su familia a ir a la caravana a favor del diseño original de la familia. Una vez en casa, Mario se encierra en su cuarto y se mete al clóset a llorar en silencio.

Jueves: Mario esquiva su rutina diaria saliendo directamente por la puerta de su casa, yendo directamente con Mauricio al cine. Estando ahí, Mario y Mauricio demuestran que se gustan al darse un beso, Mauricio aprovecha para invitar a Mario a una marcha a favor del matrimonio igualitario; ambos asisten a la marcha. Una vez en casa, Mario besa a Mauricio, pero Raúl los descubre y mete a Mario a la casa jalándole el cabello, para después aventarlo al clóset y golpearlo con su cinturón, mientras que Laura reza.

Viernes: Mario llega con Laura, y la cuestiona de porque no lo ayudó, Laura le replica en base a sus creencias religiosas. Después de una discusión, Mario le reclama porque no lo puede amar, a lo que Laura le responde con una cachetada. Mario sale de la casa destrozado, y decide terminar con la rutina impregnada en su cabeza colocándose enfrente del camión que espera todas las mañanas, el cual lo termina arrollando.

Lunes: Un joven repite la misma rutina de Mario, y al darse cuenta de esto, rompe la cuarta pared, mira a la cámara y grita de dolor, ya que sabe que tendrá el mismo destino.